Más humildad para la sociedad

  

Más humildad para la sociedad


Nos encontramos en un mundo global y cambiante, en el que las relaciones son un componente determinante para alcanzar nuestros objetivos, incluyendo dentro de esto la importancia de la humildad que se define como la virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento.

Cierto investigador señaló que en la sociedad canadiense “cada vez más personas tienden a creer que el mundo gira en torno suyo”. Otros piensan que en el mundo en que vivimos lo único que importa es la autocomplacencia y apenas existe el sentido de la responsabilidad. Hoy en día resulta evidente que las personas se preocupan cada vez menos por los demás. Desde luego, en la sociedad actual, la humildad no es precisamente la cualidad más popular.


¿Qué papel cumple la humildad en la construcción de una mejor sociedad?

Entrepreneur señaló a través de un estudio realizado por la University of Washington Foster School of Business que las personas humildes tienden a ser líderes más efectivos y a la vez, cuentan con más probabilidades de ser mejores tanto a nivel individual como de equipo.

Pasos importantes como el poder escuchar que es el corazón de todas las relaciones exitosas ya que esto indica no solo que eres receptivo, sino que también respetas la opinión de los demás. También la humildad nunca asegura que algo está bien, los líderes característicos de ésta ponen a prueba sus instintos y a la vez están dispuestos a evidenciar sus hipótesis también. Por último, errar es humano reconocer que te has equivocado es una gran forma humildad.


Situaciones en donde se puede evidenciar la humildad:

+ Cuando alguien tiene razón sobre algo, es importante que cedamos. No siempre vamos a estar en lo cierto, así que es importante que sepamos reconocer el momento en que lo más sensato es darle la razón al otro.

+ A veces podemos equivocarnos u obrar mal, y, con ello, afectar a las personas de nuestro entorno. Ser humilde, por lo tanto, también supone saber pedir disculpas, pues no somos perfectos y podemos, de vez en cuando, hacer algo mal.

+ Las otras personas que hacen parte de nuestras vidas son importantes. A veces nos tienden la mano, a veces nos apoyan o nos orientan, y, a veces también, necesitan de nosotros. Reconocer su valor es una práctica fundamental en la humildad.







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