La búsqueda de la identidad personal como elemento clave para el desarrollo de la sociedad.

La identidad personal establece la personalidad de cada une de nosotres, es el conjunto de características y rasgos (virtudes, defectos, actitudes, habilidades, valores, entre otras) que nos definen y nos diferencian de las demás personas.

Esta identidad se va desarrollando y forjando a lo largo de nuestra vida y crecimiento, pues como seres humanos estamos expuestos e influenciados por cambios constantes. La consolidación de esta identidad de manera definitiva es distinta para cada persona, ocurre en etapas y circunstancias diferentes.

La identidad personal permite identificar aspectos como los intereses, actitudes y el carácter; modular nuestra conducta y delimitar ciertos aspectos de nuestra vida.

Estos aspectos influyen y van relacionados con nuestra participación en la vida social. Ya que una vez se han consolidado descubrimos cuál es nuestro rol y lugar dentro de la sociedad. Nuestra identidad y personalidad consisten en las diferentes maneras en la que nos adaptamos al medio que nos rodea, así como también a la forma en la que interactuamos con otras personas según un determinado contexto.

La identidad personal es como la huella dactilar, cada persona dispone una propia. Es personal e individual, única e intransferible.

Las personas que sufren de discriminación o rechazo, si no afrontan estas emociones de manera correcta, tienden a crear mascaras o escudos a su alrededor para no sentirse vulnerables ni juzgades, se presentan a los demás como personas libres de problemas, felices y sin preocupaciones, pero por dentro se están derrumbando poco a poco. No es sano ni física ni emocionalmente que una persona se encuentre en este estado, hay que reconocer que no es sencillo dejar de sentirse rechazade o discriminade, es un proceso que empieza con reconocer y aceptar que emociones produce sentirse de dicha manera, si causa dolor, tristeza, enojo o furia, ya que no se trata de ignorar y fingir, si no de entender que dada las circunstancias es natural sentirse de dicha manera, después se puede continuar con expresar lo que sienten por dentro, puede ser con una persona que los escuche, si no se tiene la suficiente confianza para realizar este ejercicio con otre, también sirve escribir en un cuaderno, desahogarse llorando o gritando ya que ayuda disminuir la frustración, lo ultimo seria comprender que su identidad o personalidad no es la responsable del sufrimiento causado por este tipo de abuso, hablar siempre será la mejor opción de enfrentar esta situación, y si es posible no dejar que llegue a mayores si hablando con el agresor no genera cambios hablar con un adulte responsable como profesores, directives, o los mismos padres, ya que estos pueden encontrar una solución al problema para que así la persona que se siente rechazade o juzgade no sienta que esta sole y no vea como única solución crear escudos.

Todes somos diferentes en cuanto a nuestras cualidades físicas y nuestros pensamientos. Una persona que discrimina porque otra piensa diferente, debe desarrollar más empatía, tolerancia y respeto, reconocer que cada une tiene una personalidad diferente y que puede percibir las cosas de manera distinta. Se debe aconsejarle que debe ser una persona más abierta a las opiniones y aceptar que la suya no es la única, que se necesitan de diferentes puntos de vista y que deben ser respetados. El hecho de que una persona no esté de acuerdo con una opinión, no debería de ser discriminado, porque no se estaría teniendo en cuenta un derecho  fundamental, el derecho a la libre expresión, en el que toda persona puede expresar, transmitir y difundir su propio pensamiento.

DANNA MARCELA GARZÓN ESPEJO - ALEJANDRA MONTOYA PARRA - MARÍA JOSÉ OCHOA ARDILA - SILVANA PADILLA MOROS


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