Buscando nuestra identidad
Cuando se habla de identidad personal se refiere al sentido
único de presencia que nos damos a nosotros mismos, que es diferente a los
demás y es continuo en el tiempo. La formación de la identidad personal depende
del período cultural e histórico en el que vive. La identidad está relacionada
con diferentes tendencias culturales y está limitada por los siguientes
factores: nacionalidad, religión, género, idioma, raza o etnia, entre otros. La
identidad hace parte fundamental de la vida del ser humano, es muy importante
para conocerse a sí mismo, al conocerse a sí mismo se puede respetar la
individualidad de los demás, determinar lo que le gusta y lo que no y nos
impulsa a cumplir nuestro propósito de vida.
Para hallar nuestra propia identidad, podemos reflexionar sobre nosotros mismos, debemos valorar lo que nos importa y nos interesa, de donde somos y como nos educaron, también, tener un propósito claro, nuestro proyecto de vida, aportando a la sociedad y siendo útil para los demás. Para esto, podemos hacer un guion psicológico por nosotros mismos, teniendo en cuenta los valores y comportamientos que nos transmite nuestros valores y educación, haciéndolo según nuestras características personales y nuestra experiencia con la sociedad. Es decir, realizarlo sobre nuestros pensamientos sobre nuestra propia personalidad y relaciones con las demás personas.
Una persona que discrimina a los demás no está informada sobre lo que les pasa a otras personas o simplemente no está acostumbrada a convivir con una persona “diferente”, por lo que, le aconsejaríamos que leyera, se informara, que pueda escuchar y comprender a los demás, sobre todo a la persona que está siendo discriminada, que entienda el daño que sufre, que pueda entender la gravedad de la situación, que pueda acudir a alguien para que le ayude a superar situaciones como estas, pero también hay que apoyar a la persona, comprender su posición y cuál es la razón por la que lo hace.
Actualmente la discriminación o el rechazo de personas por
sus gustos, su apariencia, sus capacidades, su estrato económico u otro tipo de
cosas que influyen en lo que somos y como somos es un tema realmente importante
y delicado, ya que, aunque es bien sabido que no se debe discriminar a nadie
por absolutamente nada a veces tendemos a tener actitudes discriminatorias un
poco normalizadas, que deberían dejar de pasarse por alto. En este caso, se le aconsejaría a una persona
que se siente rechazada o reprimida por su identidad o personalidad que no se
deje afectar por malos comentarios, que no cambie su forma de ser ni sus gustos
por agradar a los demás, que sea único, que trate de ser la mejor versión de sí
mismo, y que, si en dado caso necesita ayuda o sentirse escuchado, puede acudir
con alguien de confianza y contar esa persona.
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