la ciencia sin moral

Como siguiente tenemos el pozo de la desesperación, no era más que un tipo de jaula. Cámaras verticales diseñadas por el propio Harlow en las que el científico colocaba a macacos de edades comprendidas entre los tres meses y los tres años que habían sido previamente separados de sus madres. El experimento consistía en dejar a los monos ahí, encerrados durante semanas, meses incluso, completamente aislados, hasta que caían en la más profunda depresión. Mientras, el científico observaba. Cuando los monos acaban encogidos de pena y de miedo en un rincón de la jaula, sin apenas demostrar interés por nada, ni siquiera por la comida, Harlow los forzaba a aparearse y a procrear en lo que llamaba su «potro de la violación».

¿Quieres saber los altos alcances que la “ciencia” ha hecho con absolutamente ningún grado de moralidad? Pues este es tu blog, quédate y coméntanos al final qué opinas de todo esto.

 

El primero se sitúa en Estados Unidos, entre 1932 y 1972 en la localidad sureña de Tuskegee (Alabama), un servicio de salud utilizó como conejillos de india a 600 afroamericanos para comprobar el desarrollo de la sífilis desde sus fases iniciales hasta la muerte. Al final de la investigación, 28 participantes habían fallecido a causa de dicha enfermedad y otros 100 de complicaciones relacionadas con ellas. Además, 40 mujeres habían sido infectadas y 19 niños habían nacido con la enfermedad. Para llevar a cabo el experimento, se contó con 399 varones afroamericanos, así como con 201 sanos, que habrían de servir de grupo de control.

El momento crítico se produce, en 1947, cuando la penicilina comienza a difundirse como tratamiento para la sífilis. Ello no detuvo el experimento, ni siquiera hizo que se replantease. Al contrario, este siguió adelante como si nada hubiese ocurrido, sin proporcionar penicilina a ninguno de los pacientes. Los responsables de la investigación se negaron a que sus conejillos de indias formasen parte de campañas nacionales para la erradicación de la enfermedad y siguieron proporcionándoles placebo.

Este “experimento” es una representación más de cómo la clase social y raza acaban con los derechos de las personas, la falta de empatía que se transmite de estos médicos es impresionante, nunca sabremos si lo siguieron haciendo para seguir torturándolos más o simplemente tenían otras razones, que por ningún motivo estaría sustentable, porque desde el principio de este experimento se nota cómo tienen cierto desprecio por personas de una raza diferente y piensan que no sienten o no son personas.

 

 

Personas suelen pensar que los animales son seres que no sienten y que no les importa nada de lo que les hagan. Son los seres más indefensos que existe, al no poder comunicarse de forma verbal tienen muy pocas posibilidades de ser entendidos, también se deduce igual como una falta de empatía y consideración por parte del científico desarrollador de este experimento sin saber si los efectos serían reversibles o no. Ahora hay una mayor ventaja, ya que, gracias a las leyes, se puede prohibir las pruebas de estos tipos en animales.

 conclusiones:

la ciencia como método de estudio, deben estar consciente y tomar actitudes humanas en cuanto a experimentos que realizan, donde no se pierda el objetivo principal que es conocer nuestra naturaleza, actualmente y a lo largo de la historia diferentes personajes han sido testigos de metodos inhumanos en los cuales los objetivos o procedimientos son cuaestionables. La ética sirve en estos casos como barrera para evitar estos procedimientos y saber hasta donde se puede llegar, sin sobrepasar estos límites.






Camila Alvear

Felipe Daza

 


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