



Debemos tener claro que:
“Si mi libertad se termina dónde empieza la de los demás”, no es posible que
algunas personas pretendan imponerse frente a otras, como si fueran los dueños
absolutos del libre albedrío de todos los que habitamos este mundo, y del cual
somos responsables cada uno individualmente, aunque otros no estén de acuerdo
con nuestras posturas, creencias o tradiciones personales que en el ejercicio
de la dialéctica diaria, debe entenderse como esa búsqueda de la verdad en el
desarrollo de la plena libertad. Las personas que abusan de la libertad no
consideran las consecuencias de lo que hacen, no consideran el daño moral así
mismo y a su sociedad, el libertinaje puede dañar y destruir la libertad de la
otra parte.


Los jóvenes de hoy en día, tienen esas ganas de explorar, quieren saberlo todo , hacer lo que ellos quieren, ir más allá de lo que está prohibido, más allá de las reglas, faltando el respeto a los padres, actuando de manera irresponsable, inmadura, y en mucho descontrol de sus acciones; que por un momento de satisfacción, lleva consigo una serie de consecuencias.
La Libertad en la adolescencia es la oportunidad de conducirte de forma consciente y aceptar la responsabilidad de las consecuencias de sus decisiones. El libertinaje no es así, al contrario,es abusar en lo que se dice o hace, con descontrol y no mide sus acciones irresponsables y descontroladas. El éxito de una persona se determina no por la cantidad de veces que falla, sino de todas las veces que se levanta. Se podrán tomar malas decisiones, se podrá aceptar las consecuencias como también no aceptarlas, se cometerá libertinaje en algunas ocasiones pero también se cometerá la libertad.


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